jueves, 17 de junio de 2010


EL ALMIRANTE RAFAEL TONO LLOPIZ
1776 – 1854
HÉROE NAVAL Y PRÓCER DE LA INDEPENDENCIA

Por Capitán de Navío Luis Francisco Chacón Peña

Cartagena de indias, la ciudad amurallada que hoy vemos con la avenida Santander descansando sobre la escollera, construida para proteger la muralla de los embates del mar, esta escollera o fila de escollos unidos o casi unidos los empezó a construir en 1765 el ingeniero militar teniente general don Antonio de Arévalo; este había llegado a Cartagena en 1741 a trabajar en la obra de las murallas a órdenes de los ingenieros Juan Bautista Mac Evan y Lorenzo de Solís. La construcción de murallas, castillos, baluartes, escolleras tardaron casi 300 años y su precio fue tal que el rey Carlos III de España manifestó que con ese costo las murallas debían llegar hasta las nubes y podían verse desde España. El ingeniero militar teniente general Antonio de Arévalo trabajó durante 50 años en las fortificaciones de Cartagena y prácticamente con el se termina en 1798 la defensa física de la ciudad iniciada casi tres siglos antes por Bautista Antonelli, cuando el rey Felipe II decidió fortificar los Puertos de Indias en un proyecto que contemplaba Cartagena, El Callao, Veracruz, Portobello y La Habana para resistir el ataque de los piratas. Antonelli llegó a Cartagena en 1586.



En cuanto a sus gobernantes a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, de 1789 a 1796 estuvo don José de Ezpeleta, casado con la dama cubana doña María de la Paz Enrile, quien tuvo la fama de ser la mujer más bella en estas latitudes; el virrey llegó a Cartagena en el mismo año que estalló la revolución francesa; Durante su mandato se fundó en 1795 el consulado de Cartagena, de esto don Eduardo Lemaitre dice: “Era esta una entidad con funciones parecidas a las de las actuales Cámaras de Comercio.... y.... tenía capacidad para dirimir, en proceso breve y sumario los pleitos que se suscitaban entre comerciantes y la de promover obras de progreso como caminos, canales, etc......los consulados eran entidades autónomas, integradas por los mismos comerciantes, y estaban compuestas por un prior su presidente y varios cónsules o vocales de la mesa directiva. El primer Prior fue don Tomas de Andrés Torres a quien sucedió don José Ignacio de Pombo”. Don José Ignacio de Pombo es quien crea la escuela de pilotaje y matemáticas en el mismo sitio donde funciona el consulado, en la calle del sargento mayor, cuyas actividades comenzaron en 1808, en ese año regresa José Padilla como contramaestre del arsenal, después de permanecer preso en Inglaterra desde 1805, luego de participar en la batalla de Trafalgar como tripulante de la Armada española. Estamos con la escuela de pilotaje y matemáticas; al venir la independencia de Cartagena en 1811, esta se convierte en la Escuela de Náutica y Matemáticas, graduó sus oficiales a fines de 1812 y luego desaparece en 1813 al morir su fundador don José Ignacio de Pombo.



Volvamos a los gobernantes, los virreyes. Sucede a don José de Ezpeleta, don Pedro Mendinueta Muzquiz. Dentro de los sucesos importantes de este gobernante está la llegada del sabio alemán Alexander Von Humboldt a Cartagena en 1801, proveniente del Orinoco después de un año de expedición. Fue huésped de don José Ignacio de Pombo especialmente en Turbaco, desde allí realizó expediciones en los alrededores de Cartagena en busca de especies botánicas. Su plan era llegar a Quito y de paso por Santa Fe de Bogotá entrevistarse con el sabio José Celestino Mutis cuyos trabajos científicos conocía. El sabio Mutis también era amigo de don José Ignacio de Pombo con quien mantenía correspondencia. Al virrey Mendinueta lo sucede don Antonio de Amar y Borbón el penúltimo virrey de 1803 a 1810, a este le tocó asistir a los preludios de la revolución de independencia, entre otras cosas manejar los asuntos de la prisión de don Antonio Nariño en Cartagena en San José de Bocachica, con grillos de 23 libras en los tobillos, luego los trasladaron a la inquisición. Le correspondió también a Amar y Borbón lo acaecido en la capital el 20 de julio de 1810 con lo del florero de Llorente. Fue traído en calidad de preso a Cartagena al convento de la popa donde permaneció hasta su deportación a La Habana.

Cómo describe la bahía de Cartagena a principios de siglo XIX Carl August Gosselman teniente de la Armada de su Real Majestad de Suecia: “Llegamos al hermoso y amplio puerto, del que con mucha razón podemos decir que es uno de los más bellos del mundo, con excepción de la popa todas sus playas son bajas, la isla de Tierra Bomba presenta un aspecto agradable desde Bocachica, con pequeños arbustos donde se encontraban diseminadas pequeñas chozas indígenas, hacia el otro lado los grandes muros blanquigrises de la fortaleza separan la ciudad de gran número de barcos de guerra y mercantes que se encuentran anclados en el puerto, al centro de este panorama la fortaleza de San Lázaro-Castillo San Felipe de Barajas-, se alzaba encima de pequeñas casas y poblados indígenas, distribuidos al pie de la Popa “Majestuosa”. Este fue el escenario de Cartagena de Indias de 1741 a 1825



Rafael Tono vino a este ambiente, nació en Cartagena de Levante España el 11 de febrero de 1776, del hogar formado por don Manuel Tono y Geido y doña María Llopiz y Fermento. El 9 de diciembre de 1791 en la Isla de León hoy ciudad San Fernando España, el capitán general de la Real Armada y Director General de ella Don Luis de Córdova y Córdova Laso de la Vega y Berastegui, asciende a Rafael Tono a pilotín de número con destino al Departamento de Cartagena. Parte el 2 de febrero de 1792, a bordo del bergantín Alerta en la expedición que dirigía el Capitán de Navío de la Real Armada Española Don Francisco Fidalgo Comandante de la División de Bergantines “Empresa” y “Alerta” para llevar a cabo la rectificación del Atlas marítimo de la América Septentrional es decir la parte noreste de Suramérica, con destino inicial la isla Trinidad de Barlovento, en donde inician las operaciones en el mismo año de 1792. En el 93 cruzan por Cumaná, Barcelona, Guayra, y en el mes de junio de 1794 arriban a Cartagena de Indias. En esta plaza establecen el centro de operaciones desarrollando su labor hidrográfica por 18 años.



DESCENDENCIA

Rafael Tono Llopiz contrae matrimonio el 30 de junio de 1803 con María Teresa Ramírez de Arellano en Cartagena de Indias, cuyos hijos son los siguientes por orden de nacimiento: Manuel Domingo, Ambrosio María de la Concepción, Ana Joaquina, Dolores Romana, Rafael Dionisio y Antonio Teodoro único con descendencia, quien contrajo matrimonio en 1853 con Josefa Maciá Macaya, hija de Pedro Maciá Domenech y Catalina Macaya de la Esquina. Antonio Teodoro, fue abogado egresado de la Universidad de Cartagena y su rector en 1881 y 1882; sus hijos fueron:

Teresa, casada con Antonio Cowan, con descendencia.

Rafael, casado con Juana González, sin descendencia.

Josefina, casada con Eduardo Gutiérrez de Piñeres, con descendencia.

Antonio, casado con Catalina Stevenson, con descendencia.

Matilde, casada con Ernesto Daniel Lemaitre, con descendencia.

Lucía, soltera

Augusto, casado con Rosa de la Espriella, con descendencia.



A principios de 1810, Tono como el mismo escribe, es enviado a España una vez se concluyeron los trabajos para los cuales se había proyectado la expedición. La tierra donde arribó un joven de 18 años, donde había trabajado durante casi 20 años, ya contaba con 34 años, donde conoció el amor, donde contrajo matrimonio, donde su esposa le había dado tres hijos y esperaba otro – Petrona Antonia -que naciera mientras estaba en Cádiz. Estando en España hace lo que tiene que hacer y el 1º de noviembre de 1810 se embarca para América a bordo del bergantín-goleta Palo-hincado buque correo, zarpando el 7 del mismo mes, arribando a Cartagena el 3 de enero de 1811.



Desde el inicio de la independencia de Cartagena en 1811 continuó su servicio a la naciente república a la cual sirvió hasta el final de sus días en 1854. El presidente de la Junta Suprema de Cartagena don José María García de Toledo creó la Comandancia General de Marina el 17 de septiembre de 1810, siendo su comandante el capitán de navío Juan Nepomuceno Eslava, hijo del virrey Eslava, Tono quedó bajo las órdenes del comandante general de marina y luego destinado a las órdenes del alférez de navío Matías Aldao comandante de las fuerzas sutiles apostadas en Barranquilla, luego queda de comandante de estas fuerzas por enfermedad de Aldao. Fue comandante de la goleta Clara luego vino a ser Momposina, del bergantín Independiente, comandante de la división formada por el bergantín Independiente, las goletas Constitución, Momposina y el pailebote Fogoso.



El 26 de noviembre de 1812 concurrió a la acción de Zapote para recuperar la fortaleza cuya operación era comandada por el coronel Miguel Carabaño logrando al final el objetivo. Estando Cartagena sitiada por el general don Pablo Morillo era comandante de la división sutil apostada en la ciénaga de Tesca el 15 de agosto de 1815....... Si a los seres humanos en general nos acompañan las dificultades, a los héroes se les incrementan muchísimo y no solo la dificultad en si, sino el dolor indescriptible. A fines de noviembre de 1815 Cartagena no podía resistir más el sitio de acuerdo con lo que nos relata don Eduardo Lemaitre, “ la peste y el hambre hacían estragos espantosos, cerca de 300 personas morían diariamente. ¿Qué hacer? ¿Rendirse? ¿Suicidarse? ¿Emigrar?”. El 5 de diciembre de 1815 Tono fue a despedirse de su familia por que debía emigrar de Cartagena, pero al abordar el bote cayó preso salvándose de ser fusilado con los mártires de Cartagena por gracia de Dios, su hijo Rafael Dionisio tenía solo dos meses de nacido. Dura en prisión cerca de dos años, su familia se encuentra en el abandono, a causa de esto su hijo Rafael Dionisio y su esposa María Teresa fallecen. Sale a trabajar en el Caribe nivela su situación económica y en 1822 se une de nuevo a la causa de la libertad de la república por la cual ha luchado y estuvo en prisión. El 28 de junio de 1822 es nombrado director y maestro principal de la Escuela Náutica. Además de su conocimiento de las artes del mar, su preocupación por la logística la deja notar en una carta de fecha octubre de 1822 dirigida al Capitán de Navío Don Rafael Del Castillo y Rada cuyo párrafo dice: “ El hombre más patriota y de los más bellos sentimientos, es incapaz de moverse si está desfallecido”.



El 10 de enero de 1823 se desempeña en la mayoría general-Jefe de Estado Mayor - de la escuadra de operaciones sobre el Zulia, que comanda el general José Padilla, es decir es el segundo al mando de la escuadra que va a triunfar bajo el mando del general Padilla en la batalla del Lago de Maracaibo el 24 de julio de 1823. Después de Maracaibo Tono Continúa en la Escuela Náutica y el Depósito Hidrográfico hasta su retiro en 1835 a los 59 años. Estando retirado del servicio es llamado por el gobierno en 1841 a los 65 años, para someter a la flota federal a la cual derrota y por esta acción es ascendido a general de marina, luego se desempeña como comandante general de la Tercera Brigada del la División del ejercito Constitucional del norte mandado por el general Mosquera. El 31 de diciembre de 1854 a los 78 años fallece en Cartagena.



Entre sus descendientes está don Daniel Lemaitre Tono, compositor del himno de la Armada Nacional y del himno de Cartagena. Algunos de los retoños no están anotados en el árbol genealógico, ahora tienen una buena tarea para completarlo y añadirles lo que haga falta. Para quien desee escudriñar la historia el 29 de septiembre de 1824 fue ascendido a Alférez de Fragata Antonio Tono y el 15 de junio de 1841 el Alférez 1º de infantería de Marina José Antonio Tono se le declara la antigüedad en esa fecha, no están en el árbol genealógico y fueron oficiales de la República, de acuerdo con El Archivo General de la Nación.



La Armada Nacional, conmemora la memoria de Rafael Tono y como héroe nacional ha bautizado dos buques con su nombre. En 1994 sus restos fueron trasladados al mausoleo de la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla con presencia de sus ilustres descendientes y de los señores oficiales, suboficiales, guardiamarinas, cadetes y personal civil de la guarnición. Rafael Tono durante 60 años desarrolló su existencia en la amable Cartagena de Indias, hoy a los 210 años de su arribo recordamos su memoria como héroe naval y prócer de la independencia.